Se contonean las siluetas.
Lejos de aquí, entre cerros,
árboles y edificios pequeños
se alzan en rojo pálido
cubriendo, a su manera,
el azul tenue del cielo
Me interno con mi espíritu
en las profundidades del espacio
Y los barrancos, las piedras,
el polvo y la amistad,
emanan de esa fuente.
Lazos oblicuos se confunden
en concavidades anchas.
En las que sumerjo (inmerso) mi cuerpo
apacible y fresco
Voy caminando
por senderos que no conducen
al final de un objetivo
Aunque aprisiono las cosas
que mi vista alcanza
Por su flesibilidad
no las retengo, se escapan
Tampoco hace falta
Según voy a cada paso
el horizonte es distinto
y las cosas se han movido
Las cojo, no tengo mas remedio
Pero enseguida se van
Son como gases inasibles
en cuanto las sacas del lugar
fuera del lazo cóncavo
Las luces rojas, verdes, negras
blancas a ráfagas
alcanzan la velocidad de la luz
Todos absorvemos el humo,
incentivo del apocalipsis
Y los saltos incendiarios
de la guerra violenta
que los ruidos trae
Entonces nos desmadramos
En vez de morir, respiramos
Y el sudor es alteración
del cambio, al comienzo de la vida.
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