jueves, 29 de septiembre de 2011

José Luis Quirós Manjón (Pipas): Seguía monótono viaje


En la cabeza circulaban nubes blancas, nubes grises, nubes oscuras. Había un elevamiento. Estaba satisfecho de su abstracción. Por un momento se había olvidado de que le circulaba...

Seguía en su monótono viaje. 

Cada vez los obstáculos eran mas altos y mas gruesos.

Desde su sitio conservaba mas inmensidad de peleas celestiales donde él, como espectador y árbitro a la vez, se deleitaba. Sus pensamientos cada vez eran mas profundos y ya nadie le entendía. No hablaba con nadie. Y con nadie discutía. No tenía palabras para expresar su interior revuelto; revuelto, si, porque oscuro es poco.

Por eso parecía que al hablar con la gente les tenía que dar su conformidad. ¿Es que en todo tenían razón?

Un sin fin de preguntas salían sin articularse de su boca.

En la música encontraba su deleite celestial.

Las notas de alegría corrían su cuerpo. El diablo no podía entrar. Ya estaba anestesiado. Ya estaba dormitando. Yaciendo en el lecho de los (...) que acariciaban su cuerpo maltratado. 

Sin señales de ese es el peor: 'Vete', 'Vete'.

Y estaba envuelto. Era su velo audaz y mortifero. Su cuerpo estaba a gusto.

Las notas de alegría seguían corriendo por su cuerpo. Todo entero y sin mancha.

Las notas subían y subían.

Ahora estaba revolcado en el viento sucio, en el barro 'impune'.

El atardecer se manchaba porque ya estaba oscuro. La noche, con las tinieblas, llegaba... y con él termino.

Si, pero de un viaje nuevo.

Algún día haría una obra escrita en tercera persona; es decir: hablando los protagonistas por boca de un tercero.

Algún día haré una obra en que el narrador escriba de un protagonista en cursiva.

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