martes, 13 de septiembre de 2011

José Luis Quirós Manjón (Pipas): El sueño como pesadilla


Apelmazado como una roca en un determinado estrato. Me inutiliza el sueño que huele a pesadilla. Enjaulado, atascado, en una pila de coches que se mueven por turnos, por puro automatismo. 

El sol no brilla, y el lecho no veo. No puedo correr. No tengo piernas. Enseguida choco. Me caigo. Atontado. A respirar el humo venenoso que me suma en la inactividad del que no piensa en la marea negra que se le viene encima.

Estoy atado a mis pies y no los encuentro. Mis manos abrazan abstractas esperanzas en medio de la tempestad que me come terreno.

¡Oh! ¡Qué alegría! Puedo respirar, puedo andar, comienzo a pensar, el ahora tan fresco y si lleno de problemas pero con facultades.

Me limpio el sudor, me voy al cine, busco trabajo, me limpio las lágrimas, sueño despierto y reprimo la caja insconsciente que me puede desbordar.

Lleno de deseos procuro, en ideas, satisfacerlos. Y los hechos concretos, pienso, algún día comenzaré a dezsarrollar los detalles, a rodearme de un soporte tan fuerte y seguro sin huecos de menudencias. 

Seré alegre y seguro porque mis manos tocarán cada una de las rayas -rugosidades del cuerpo- y hablará transmitiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario