Algunas charlas,
determinados coloquios,
mesas abiertas
entre cerrados corsés.
Si al hablar no convives,
si dependes de un decir,
estarás caminando por hilos
a la altura de tu comunicación.
Si vas a convencer
por medio de la conversación,
procura no ser inconsciente
y dejarte arrastrar del sol,
del viento correoso
o del ligamiento perdurable.
Al hablar no haces
sino parar a contestar,
a reflexionar, a criticar,
algo o sobre algo.
-Señor ese algo no lo cojo,
muchas veces no lo entiendo.
Y llegan las tonterías,
las murallas de los repudios
por cuatro palabras dichas
del perfecto desconocido.
-No estoy de acuerdo
en pelearme por ello.
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