jueves, 15 de septiembre de 2011

José Luis Quirós Manjón (Pipas): Un relato con fecha



Una pantalla (gigante) van a poner en el pueblo para controlar todos los movimientos, que nadie escape a esta reacción.

Hartos de bombas

Hartos de malas contestaciones

Hartos de chulerías

Hartos de sandeces

Hartos de la fuerza mal empleada, se declara a los jóvenes núcleo maligno especial.

La muerte no los destruye

Las leyes no los someten

La apatía los vuelve inocuos

En el aire nadie los alcanza

El dinero los vuelve suyos

El trabajo los inutiliza, el amor los despierta

Es el análisis conseguido después de los últimos detalles de la historia, deshonrosos y acalorados, en un mundo cuya vuelta de hoja es el caos.

Caos cuando se retuerce el cuerpo en espasmos delirantes, dos o tres o cuatro jodiendo en la cama

Caos, cuando alzan las manos al cielo vacío y dibujan siluetas que no entiendo

Caos, en las risas enérgicas de mal gusto

Caos, rompiendo puertas, saltando vallas, pisando prohibidos

Así no hay quien viva, la perversidad se muere con los años, pero queda el patetismo, se va acumulando, por eso cansado y lejos de la convicción

Se vuelven huraños

Taciturnos, malintencionados

Se enquistan como piedras

Y retumban en caos de muerte

Yo no molestan, pero tampoco cuentan

Solo tu podrás conservar la cordura, por eso es necesario que se constituya el perseguidor

Para vosotras
30-7-79

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