Una pantalla (gigante) van a poner en el pueblo para controlar todos los movimientos, que nadie escape a esta reacción.
Hartos de bombas
Hartos de malas contestaciones
Hartos de chulerías
Hartos de sandeces
Hartos de la fuerza mal empleada, se declara a los jóvenes núcleo maligno especial.
La muerte no los destruye
Las leyes no los someten
La apatía los vuelve inocuos
En el aire nadie los alcanza
El dinero los vuelve suyos
El trabajo los inutiliza, el amor los despierta
Es el análisis conseguido después de los últimos detalles de la historia, deshonrosos y acalorados, en un mundo cuya vuelta de hoja es el caos.
Caos cuando se retuerce el cuerpo en espasmos delirantes, dos o tres o cuatro jodiendo en la cama
Caos, cuando alzan las manos al cielo vacío y dibujan siluetas que no entiendo
Caos, en las risas enérgicas de mal gusto
Caos, rompiendo puertas, saltando vallas, pisando prohibidos
Así no hay quien viva, la perversidad se muere con los años, pero queda el patetismo, se va acumulando, por eso cansado y lejos de la convicción
Se vuelven huraños
Taciturnos, malintencionados
Se enquistan como piedras
Y retumban en caos de muerte
Yo no molestan, pero tampoco cuentan
Solo tu podrás conservar la cordura, por eso es necesario que se constituya el perseguidor
Para vosotras
30-7-79
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