(Cuatro personajes vestidos normalmente: 2 chicos y 2 chicas: A, B, C, D.)
A) Es un chico moreno, cuyas melenas invitan a deslizarse al viento en una larga correría esquizófrenica.
B) Es una chica muy joven, rubia, con pelo rizado y con vestidos de lo que vulgarmete se denomina pasota.
C) Es un tío alto con barba, no una gran melena, pero si algo larga. Sus aires reposados solemnizan los actos.
D) Una chica, con vestidos vulgares; o mejor dicho, a la moda; bien peinada y bien labada.
Alza la voz A:
-Escucho el silencio y me envuelvo en una ciudad, con aire sepùlcral.
B: No es lo que era. Voy con cordel a cuestas. Huyendo hacia la marginación. Siempre por siempre.
C: La muerte es extraña en este sitio. Huele cerca de mi. A cada paso, a cada movimiento.
D: ¡Qué paisajes! La alegría brota de la luz del sol. Y aquí pega fuerte, junto a los coches de las calles.
(Y se mueve hacia delante todo. Es como un paso efímero. A la altura de cualquier calle)
Una guitarra suena. Son sonidos tímidos que se van imponiendo de una manera lenta y sin llegar a abrumar.
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Salto de la explanada a la piedra
en el núcleo esperado.
Lo esporádico predomina
en el aliciente de la vida.
El destino no es morir aplastado
porque las estelas siempre se disipan
Rompió a llorar en el medio,
cuando la debilidad no sabía que quería.
La fortuna se realza en el camino.
Cuando llega el invierno subsistimos.
La blanca paloma no dejaba de ser signo
porque atónitos en la mente no nos movíamos.
Escuché el temblor que aquejaba
la estructura del poliedro.
Aquejado de sus manchas
corrimos desperdigados a ocultarnos.
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(*) Muy extraños escritos
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