¡Qué ilusión!
¡Qué sarcasmo
mas bien montado!
¡Alegría por los cuatro costados!
Invitaciones tradicionales
por haber tenido 'suerte'
Y es que no eres nada,
y es que no eres nadie
comparado con el águila imperial
portaestandarte de su guerra.
Con mi aniquilamiento
por destino.
Seré agradecido
si es mi propia tierra.
---
Ya estoy dentro
¡qué remedio!
Me deslizaré
sin romperlas.
Dándoles la razón
de engañarme,
de manejarme,
de castrarme,
de aplastarme
para así respetarlos.
---
Entonces la luz no brilló.
Los ojos volaron por la rendija
del olvido que se usurpó
amarrado a la estela volenta.
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Descubrí un día
que me enterraban vivo
y empecé a arañar
con odio la tierra.
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