martes, 27 de septiembre de 2011

José Luis Quirós Manjón (Pipas): Se ha perdido la fe (notas juveniles)




Primavera de 1976.
Todo es mentira, todo.
Ya no hay nada en qué creer.
Salvo una cosa: estoy escribiendo.

Se cree en el 'hombre'. O mas que en el hombre en uno mismo por encima de todo. Se cree superior (si al menos lo fuésemos) Tiene unas cualidades terrenas que no tienen otros: dinero, inteligencia, maldad.

Hoy he ido a la Iglesia (sic con mayúscula) y... ¿sabéis que parecía? Hoy la Iglesia parecía un mercado, una exposición de modelos, una galería de arte. Todo.

Todo, menos un acto religioso.

Por estos mundos que corren, todo, todo va a tal ritmo que ya se va con una idea fija: es la de vivir lo mejor que se pueda y si es necesario que mueran todos los hombres... que mueran. Pero aunque yo también estoy metido, hay que reconocer que esto va mal. Poco a poco las cosas bellas van desapareciendo. Todo va muriendo. Cada vez es mas necesario algo en qué creer, algo en que tener esperanza, algo por lo que luchar. Sea lo que sea. 
Pero se necesita un Dios en que creer.

Hoy la Iglesia no era ningún pueblo de salvación en su camino a la eternidad. Las gentes, dentro del templo, charlaban como en un mercado, se reían como en una fiesta. No tenían fe. Para ellos aquello era lo que parecía: se había concentrado toda la farsa. Allí solo había entes despreciables, entes ridículos, vacíos, sin esparanzas. Estaban por compromiso. Ese compromiso de la sociedad hipócrita. En el fondo no saben lo que están haciendo. Vivir bien bien y no dejar vivir esa es su meta. nO tiene fe. Se ha perdido. Solo falta que aprieten un poco los tornillos para ver la desbandada general que se produciría. 

Y tal vez entonces se diesen cuenta de que eso no va bien, necesitando algo en qué creer y en qué justificarse. Pero hoy no hay fe.

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