José Luis Quirós Manjón (Pipas): Ronda de los anhelos

La imaginación deambula por océanos ilesos. Necesito hablar calidamente. Quitarme de encima el valor. No soy lo que digo, ni me creo lo que hago. Hay un transfondo oculto. 

Después de andar por ahí me reuniré con la gente y hablaré de la poca importancia que tienen los valores arbitrarios. Cojo y te siento con afan un día decir: 'Mira lo que yo hice. Mira lo que yo hago'. 

Al fin y al cabo es un rasgo distintivo que yo me he formado. Una vez experienciado (¿quiso decir experimentado?) en el campo o en la ciudad, sentir la ronda de los anhelos, una noble amistad. Escuchas el tenue ruido que me alimenta en tu pasar y me insta a reflexionar como en un intento humano. 

Después de todo este saborear, ¿por qué lo trato de imprimir? Unas veces para calmar la agitación tumultuosa interna, otras veces para intentar superar algo que ni yo tengo claro... Superar desde escribir. Algunas mas para comunicar... ¿el qué?, ¿mi subjetividad? y otras como vanidad. 

Puedo ser escritor. A lo primero maldito, destructor, sátiro, inconformista... Un total ser cínico de profesión que busca reconocimiento de su existencia insatisfecha, atado por su timidez, ¿eso es buscar un cambio? ¿porqué no hay cadena (...)? En parte si, en parte una conservadora gloria. 

Y es que esta educación traiciona. Tratas de caminar contracorriente y en cualquier espejismo paras. Cualquier luz atrapas. Por engañosa que sea. Pero la autocrítica es feroz. Esa que sale del 'alma' necesita equilibrio natural. También digo que, quizás, esta poesía sirva para pisar fuerte mirando atrás, alrededor de la sustancia. Quizás.

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Desde ahora andaré con unidad para saber el verdadero sentido que yo mismo doy a las cosas. A veces lo que haces persigue su objetivo opuesto y contrario e incompatible. Y sin embargo ciego. Lo que me consuela es que el hecho se desprende del descubridor en cuanto sale. Y aunque él vaya a tal sitio, el hecho contribuye a otra cosa diferente. Aunque sea para la crítica. Para ver la hipocresía. O si se le desliza de su creador para coger lo que sirva. Para sentir lo que provoque y realzar. Realzar, subir, bajar, caminar... Siempre lo digo porque últimamente ando contrariado. Y me repito.